Tarta de Queso tipo La Viña

Llevaba tiempo detrás de hacer esta tarta, así que hice una para un día que venían a comer mi hijos y mis nietos la hice y estaba riquísima y gusto muchisímo y me solicitaron, sin presión, que la volviera a hacer en otra ocasión. Ahí queda eso.!!!

Hace unas días me puse al mundo por montera y como acaba de recibir un lote de quesos-crema para profesionales de Quescrem, me lo habían recomendado, en el plan ese de: "no te puedes imaginar lo buenos que son y la diferencia que hay con los que se compran en los super, su sabor, su textura y su calidad"

Así que como cuando me lanzo no hay quien me pare, hice primero una prueba con el mascarpone para mi tarta de zanahorias, queso y nueces (la tenéis en el blog). Espectacular, rica, rica, era para un regalo y me dijeron que la mejor tarta que habían comido en años. Exitazo a nivel estelar, vamos. Me fuí arriba y me dije pues el queso de cabra para La Viña, madre mía, eso era el no va más, sabrosa, sabrosa con un intenso sabor a queso de cabra, sin empalagar y por su interior como si fuera un mousse, mis hijos ojipláticos y les supo a poco.

Contenta con el resultado, así que se va a convertir en mi tarta de cabecera para situaciones especiales.

Entre paréntesis tenéis los cambios que he hecho en esta receta. La original está copiada del blog de Recetas de escándalo del que soy seguidora y admiradora.



Ingredientes:

600 grs.de queso crema. (Queso crema con rulo de cabra Quescrem)
4 huevos L.
300 ml. de nata para montar mínimo 35% materia grasa (38% M.G) 
180 grs. de azúcar blanco
1 cucharada sopera rasa de harina de trigo o de maicena




Elaboración:

Precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo (sin ventilador).
Para preparar la mezcla puedes utilizar varillas manuales, varillas eléctricas o un robot amasador. Esta última opción es la que yo he elegido porque tengo el robot y es muy cómoda pero sale igual de bien con el resto de herramientas. Hay que intentar no introducir aire en la mezcla por lo que el batido no debe ser muy exagerado sino simplemente para mezclar los ingredientes.

Empieza batiendo el queso crema hasta que no tenga grumos y el aspecto sea de una crema homogénea.

Añade el azúcar y bate hasta que esté bien integrado, apenas 2-3 minutos.

Ve cascando los huevos y añadiéndolos de uno en uno: cuando un huevo ya se haya integrado en la mezcla, añade el siguiente.

Incorpora la harina y mezcla de nuevo hasta verla desaparecer.

Por último echa la nata y mezcla bien hasta que el resultado sea totalmente homogéneo.
Corta una buena cantidad de papel de horno, que sepas que va a rebosar del molde (que debe ser desmontable), mójalo, escúrrelo bien, arrúgalo y ponlo cubriendo el molde, así arrugándolo se adapta mejor. La idea es que las paredes del molde queden de sobra cubiertas porque la tarta sube bastante en el horno y así se evita que se salga.

Vierte la mezcla en el molde e introdúcelo en el horno a altura media.

Hornea la tarta unos 40 minutos si la quieres de textura suelta como yo o unos 50 minutos para que quede más compacta. Vigílala a partir de los 30 y si se está dorando mucho por encima cúbrela con papel de aluminio y sigue horneándola.

Cuando esté lista abre un poco la puerta del horno y deja que se enfríe lentamente 4-5 horas.
Cuando esté a temperatura ambiente métela en la nevera y déjala reposar de un día para otro.

Cuando vayas a servirla sácala de la nevera al menos 1 hora antes para poder consumirla a temperatura ambiente que es como más sabrosa está. Puedes mantenerla en la nevera tapada 3-4 días sin problemas y personalmente a partir del segundo día es cuando más rica la encuentro. Pero no creo que ocurra tal cosa, ¡vuela!.

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